El chorro de arena en Vallés Oriental, también conocido como arenado o granallado, es una técnica que utiliza partículas abrasivas proyectadas a alta velocidad mediante aire comprimido. Esta práctica tiene diversas utilidades en distintos sectores, desde la industria hasta la restauración de superficies. La versatilidad del chorro de arena radica en su capacidad para limpiar, desbastar y preparar una amplia gama de materiales.
En el ámbito industrial, el chorro de arena en Vallés Oriental es ampliamente empleado para limpiar y desincrustar piezas metálicas. Elimina óxido, pintura vieja y contaminantes superficiales, preparando la superficie para procesos posteriores como la aplicación de recubrimientos protectores. Esta técnica también es esencial en la preparación de sustratos antes de soldar, garantizando una unión fuerte y duradera.
En el sector de la construcción, esta técnica se utiliza para eliminar restos de mortero, pintura o incluso graffiti en fachadas y estructuras. Su capacidad para llegar a rincones de difícil acceso lo convierte en una herramienta invaluable durante proyectos de restauración arquitectónica. Además, el arenado es esencial para la limpieza de superficies antes de aplicar selladores o pinturas, asegurando una adherencia óptima.
En el ámbito artístico, el chorro de arena se ha convertido en una técnica innovadora para la creación de grabados en vidrio. Artistas contemporáneos utilizan esta técnica para lograr efectos visuales únicos, creando contrastes y texturas que no son posibles con otras técnicas de grabado.
En cuanto al automotriz, que es sobre todo para el que trabajos en Granallats Industrials Polinyà, el arenado es esencial para la preparación de superficies antes de la pintura o la aplicación de recubrimientos protectores. Elimina restos de pintura vieja, óxido y suciedad, asegurando una base limpia y uniforme para los trabajos de acabado. Además, en la restauración de vehículos clásicos, el chorro de arena es fundamental para devolver a las piezas su apariencia original.